GANDESA TEMPLARIA

 

El núcleo antiguo de la Gandesa (Terra Alta) posee numerosos restos de antiguos palacios medievales, muchos de los cuales conviven con casas actuales, que aprovecharon e integraron sus arcos góticos a las viviendas y trazado de las calles. Quedan en pie notables edificaciones y palacios de aquellos tiempos: El palacio gótico de Ca l’Inquisidor, edificio medieval de Ca Sunyer, palacio barroco de los Barones de Purroy,…

 

Podemos intuir la importancia estratégica y económica de Gandesa por hechos notables de la época como fue la boda real entre la corona Catalano-Aragonesa i el Reino de Castilla en el 1319, celebrada en la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción (del siglo XIII y bajo mandato del Orden del Temple), entre el Infante Jaime, hijo del rey Jaime II y la Infanta castellana Leonor, hija de Fernando IV, rey de Castilla. Casamiento de conveniencia que acabó en desastre diplomático al “huir” el Infante tras la ceremonia, más tarde renunció a la corono para hacerse fraile. Este episodio de la historia se conoce como “La Farsa de Gandesa”.

 

Años más tarde, en 1338, en el Palau del Castellà, fue sede de Cortes Generales de la Corona de Aragón, presididas por el Rey Pedro III el Ceremonioso. Este mismo edificio fue sede y albergó notables personalidades europeas del momento, tanto Templarios como Hospitalarios (sus sucesores después de la extinción de la Orden del Temple).

 

En cuanto a la Orden del Temple, sabemos que el Maestre Templario Ponç de Rigalt otorgó carta de población a Gandesa en el 1192, dependiendo en primera instancia de la Comanda de Miravet y, más tarde, siendo nombrada Comanda independiente debido a su importancia económica.

 

Destacamos la construcción de la Iglesia de la Asunción por iniciativa de la Orden del Temple, en cuya puerta románica podemos contemplar un impresionante despliegue “artístico” de relieves tallados que en otra entrada comentaremos en detalle. Quizá lo más destacable por sus mensajes ocultos …

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