LA ERMITA DE SANTA LUCÍA

 

Sobre este impresionante mirador se encontraron notables restos arqueológicos que nos indican que ya desde la antigüedad más remota ese punto estratégico era utilizado como punto de vigilancia del que nada escapa a una mirada atenta.

 

Con el paso de los siglos las edificaciones primitivas dieron paso a una torre fortificada y, luego, a un templo, la actual ermita de Santa Lucía y de San Benito (éste por influencia de la Orden del Temple, señores del lugar por derecho de conquista).

 

Documentada está presencia humana desde la Edad del Bronce (2140 a 1950 a.C.). Se ha encontrado restos de un poblado que ocuparía la vertiente sur del promontorio, de cara al mar. La cantidad de  cerámicas y diversos utensilios lo corroboran.

 

Se ha referido otro asentamiento mucho más posterior. Un poblado en la Edad del Hierro (sobre el s. VI a.C.). Fue de mayor extensión que el primero del que se tienen abundantes muestras según las prospecciones arqueológicas. Se supone que este poblado debió abandonarse de manera precipitada, seguramente ante la posibilidad de una invasión. Así se supone por la cantidad de objetos de calidad encontrados en el yacimiento.

 

Aunque la actual ermita data del siglo XVII, tenemos aún legado de una fortificación mucho más antigua. Se sabe de un poblasdo en época islámica, quizás los orígenes de las actuales construcciones.

 

Una hospedería (hoy inexistente) y dos pozos de agua significan la importancia del enclave.

 

Y es que la Montaña de Sant Benet (como se le conoce actualmente), sobre los 318 metros sobre el mar ha sido de importancia capital para el control del tráfico marítimo hacia el interior de la comarca del Baix Maestrat.

 

Desde este punto estratégico se avisaba con suficiente tiempo a casi toda la comarca con el sonido de su campana, y con señales de fuego. Tal era su función principal, la salvaguarda de la vida para los habitantes de la comarca. Desde aquí se divisa, tierra adentro la Fortaleza de Xivert, que daba aviso a su población y a todo el territorio. Explicarlo no es lo mismo que vivirlo….

 

Esto es cuanto a lo estratégico y militar…

 

Es absolutamente comprensible entender por qué este punto tan estratégico fuese dominio de los Templarios, que se establecieron en el Castillo de Xivert, su Encomienda principal de toda la región…

 

Otro dato inquietante, con mayor misterio e interés por nuestra visita, son los “grafitis” que durante décadas, incluso siglos, se muestran apelotonados en las paredes del interior de la ermita. Unos son devocionales, dando las gracias por algún favor otorgado por los santos, otros enigmáticos, que nos remontan a tradiciones paganas y cultos transmitidos desde tiempos ancestrales.

 

Pero eso lo dejamos para otra entrada….

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